Quiero contaros por qué elegí dar este Taller Feldenkrais Online titulado » Agacharse y estar en cuclillas con facilidad » este Domingo 8 de Octubre de 10h a 13h
Una amiga me recomendó ver la serie de Netflix «Vivir 100 años: Los secretos de las zonas azules «
En el primer capítulo exploran por qué la población más longeva del planeta se encuentra en el sur de Japón, en las islas Okinawa.
En esta investigación se vio que una de las variables más importantes, junto con una alimentación prácticamente vegetariana, la pertenencia a grupos de ayuda mutua, reirse y tener su propio huerto, era el hecho de no tener muebles ni sillas como tenemos los occidentales.
En sus casas tienen tatamis, mesas bajas y cojines, por lo que se sientan y se levantan de suelo muchas veces al día durante todos los años de su vida.
¿Cuántas veces hacemos eso nosotros en nuestro día a día? Este hecho de estar en cuclillas, agacharse y levantarse mantiene despierto todo el potencial de movimiento de las articulaciones de las caderas, fortalece el abdomen, mejora el equilibrio y disminuye el riesgo de caerse.
Sólo en EEUU las caidas suponen 1 de las 10 razones principales de fallecimiento ya que las caderas están atrofiadas, la parte central del cuerpo muy débil y carecen de equilibrio.
Es bellísimo ver a estas personas de edad tan avanzada moverse con esa gracia y esa habilidad, verlas tan autónomas y despiertas.
Gracias a ese tipo de mobiliario y a tener su propio huerto, se mueven de forma asidua, con un rango de movimiento suave y de baja intensidad. No hacen ejercicio físico como tal, pero cuidan de su huerto y comen muchos de sus alimentos cultivados por ellos mismos.
Así que vamos a contrarrestar los efectos de nuestra cultura con un poco de Feldenkrais. ¿Te parece?
Con o sin experiencia previa eres bienvenid@ a este Taller Online este DOMINGO 8 de OCTUBRE de 10h a 13h – 45€
¡Un abrazo!
La vejez comienza cuando una persona se autoimpone restricciones para formar nuevos patrones corporales. Primero selecciona ciertas actitudes y posturas que encajan en una supuesta dignidad. Del mismo modo rechaza determinadas acciones como estar sentado en el suelo o saltar que pronto reconvierten en algo imposible. Retomar y reintegrar estas acciones tan simples tiene un efecto marcadamente rejuvenecedor y no solamente en la mecánica del cuerpo sino en toda la personalidad.
Moshé Feldenkrais